En un giro interesante para la industria frutícola, los importadores norteamericanos de uvas de mesa chilenas están solicitando la aprobación de un enfoque de sistemas que permitiría la entrada de estas uvas sin necesidad de fumigación. Este cambio, largamente esperado, podría marcar un hito en la relación comercial entre Chile y Estados Unidos.

Una Colaboración de Dos Décadas:

Tras 20 años de trabajo conjunto entre el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el enfoque de sistemas ha sido autorizado por las organizaciones técnicas de ambos países. Ahora, está pendiente su publicación en el Registro Federal por parte del USDA.

La Voz de los Importadores:

Veinte importadores, incluyendo empresas como Bengard, Giumarra y Summit Produce, han enviado cartas al Secretario de Agricultura de EE. UU., Tom Vilsack, solicitando la publicación urgente de este enfoque para las uvas de mesa chilenas. Esta medida es crucial para ellos, ya que Chile es el segundo mayor proveedor de uvas de mesa para EE. UU., con más de 240,000 toneladas métricas enviadas en la temporada 2022-23 y ventas superiores a los 480 millones de dólares.

Impacto en la Cadena de Valor:

La demora en la aprobación final ha generado una situación compleja para toda la cadena de valor. Las importaciones de uvas de Chile son fundamentales para satisfacer la demanda durante los meses de invierno, y tanto los minoristas como los consumidores estadounidenses exigen uvas de alta calidad de manera consistente.

Conclusión:

La aprobación de este enfoque de sistemas no solo representa un avance significativo en la relación económica entre Chile y Estados Unidos, sino que también beneficia directamente a los consumidores estadounidenses. Facilitará el suministro de uvas chilenas de alta calidad de manera más eficiente y sostenible.

Reflexión Final:

Este cambio en la importación de uvas chilenas podría ser un modelo a seguir para otras frutas y relaciones comerciales internacionales. ¿Cómo impactará esto en el mercado global de frutas? ¿Veremos una tendencia hacia prácticas más sostenibles en la importación de alimentos?